La animación 3D
La animación 3D o animación por ordenador surgió tras el gran
avance tecnológico que se produjo en el siglo XX, volviéndose esta cada
vez más popular hasta ser el tipo de animación predominante en nuestros días.
La animación 3D fue creada con el siempre presente objetivo de hacer el trabajo
más fácil y de mejor calidad. Para realizar una animación tradicional, el
artista encargado de dibujar al personaje tiene que hacer una y otra vez
dibujos del mismo personaje, cuidando que se respeten las proporciones y el
diseño del mismo, algo bastante difícil al ser dibujado a mano.
Sin embargo, los animadores 3D
dedican una gran cantidad de tiempo al creado de un modelo por ordenador
similar a una marioneta, completamente articulado. A pesar de gastar mucho tiempo
en esta parte del proceso, esto les ahorra una inmensa cantidad de trabajo con
respecto al desplazamiento del personaje en el espacio: sólo hay que ir
moviendo sus distintas partes como si de un muñeco se tratara, sin tener que
preocuparse por proporciones y otros detalles propios de la animación 2D.
Todos los demás elementos propios de una animación 3D pueden ser
diseñados por ordenador o dibujados como una imagen 2D dependiendo de su
importancia en la misma. A pesar de las numerosas ventajas de este tipo de
animación, también hay distintos inconvenientes: por ejemplo, en la animación
3D los elementos de menos importancia, como personajes de fondo o escenarios
que solo aparezcan una vez en todo el vídeo, requieren un modelo digital en el
cual se puede invertir una cantidad de tiempo enorme. Aun así, en general, la
animación 3D está avanzando a pasos agigantados y amenaza con derrocar a la 2D,
ya habiendo programas que mediante modelos 3D pueden trazar por sí solos líneas
en dos dimensiones, unificando así los dos métodos. El futuro de la animación
2D.
También está ganando popularidad el realizar animaciones 3D que
imiten a las 2D, como Paperman o Feast
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